"... Porque a pesar de todo nos hicimos amigos
y me mantengo firme gracias a ti, poesía,
pequeño pueblo en armas contra la soledad".

(Javier Egea)

jueves, 31 de enero de 2013

La rueda

                                                                       "Cuando quiero escribir me sale espuma"
                                                                                                                 César Vallejo.



Soy yo la que vuelve cada día,
a los sitios donde fue feliz,
soy yo la que desobedece a Sabina1
cada vez que vuelvo allí.

Soy yo la que se tapa los ojos
cuando no soy capaz de ver
las puestas de sol de esta ciudad
de cada ciudad a cada paso…

Soy yo la que vuela tan alto unas veces
que parece que nunca estuve aquí,
y a veces se come el suelo como si alguien
aplastara la cabeza contra él.

Tiendo a desaparecer algunas veces
bueno no, miento, creo que aparezco entonces
entre las líneas de un papel inacabado, en tu recuerdo,
en aquella canción de tren o en el humo,
del cigarro que fumé con aquel chico.

Y a veces vuelvo, y todos me reconocen
y saben quién soy, y entonces río, no paro de reírme
y ellos se ríen conmigo, bailan también,
como si el fin del mundo llegara hoy mismo,
como si no importara  más que un soplido la vida,
y es entonces, (solo entonces), cuando vivo.

Y sangro, a veces sangro, y mi sangre empaña
los papeles sin escribir, los cementerios desiertos,
las casas abandonadas, empaña tu conciencia
tu subconsciencia, tu sueño y tu vigilia,
empaña los pasos de los caminantes,
los sueños de los que aprendieron a volar;
yo les di alas, ellos me enseñaron a usarlas,
yo les di verdades en las que quedarse a dormir
ellos más de cien mentiras en las que creer mañana.

Y escribo, a veces escribo, y saco las tripas
y te las enseño sin que me lo pidas, pero vienes
siempre vienes y me lees, y me reconoces por dentro
y me fotografías el alma a través de mis palabras.
Y entonces gano. Aquí siempre gano.

Y a veces pierdo (O a veces eso creo),
y pataleo en el suelo cual niña consentida,
y doy cabida a la rabia, y me hago daño yo solita
(a veces nadie más me hace falta…)

Y solo a veces intento entenderme, y me entiendo,
entonces escucho mis silencios y los tuyos,
y distingo mil señales, y voy cerrando puertas
que ya no quiero que mires, y voy abriendo otras
y me doy cuenta que traen mejores paisajes,
y me enfado (otra vez me enfado conmigo)
¿Cómo pudiste ser tan absurda? Me repito,
¿Cómo pudiste? Una y otra vez, una y otra vez…

Y me perdono, por fin puedo perdonarme,
entonces crezco, más deprisa que antes,
y vuelvo a conocerme, y me gusto mas ahora,
(Esto ya me lo dijo alguien antes)
Y me encuentro en todas partes
después de perderme.
A veces me encuentran otros
antes de que yo me alcance,
y vuelvo a confiar en la gente
y me reconcilio con el mundo,
y me reconoce antes de escucharme,
porque es así, como yo me reconozco.

Y a veces canto, y tú me oyes
(Aunque casi nadie lo hace)
Y te escribo canciones, y me escondo,
porque no quiero que entres.
A veces canto, sí, y los pájaros me oyen,
y subo a la terraza como antes,
hacía años que no lo hacía
¿Ves? vuelvo a sentirme en otra parte,
(Y a desobedecer a Sabina).

A veces lloro, y entonces
veo llorar a mi gente por todas partes,
cuando yo lloro, mis ojos se quejan
y multiplican la pena, y se apagan las luces,
y no tienes soles con los que alumbrarme
porque lloras conmigo aunque yo no quiera,
y lloro de insomnio, de hastío, de tristeza,
lloro de frío, de rabia, de injusticia,
lloro con los ojos, con las manos, con la cabeza
lloro con el estómago, con el pecho, con las entrañas,
lloro con la garganta, con los brazos, por la boca…

Y entonces, (sólo entonces), me quedo vacía.

Y vuelvo a llenarme…





















1. "En Comala comprendí  que al lugar donde has sido feliz
no debieras tratar de volver". ( Joaquín Sabina)  

1 comentario:

  1. La montaña rusa de la vida y el poeta, subir y bajar constantemente para llenarse y vaciarse...

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