"... Porque a pesar de todo nos hicimos amigos
y me mantengo firme gracias a ti, poesía,
pequeño pueblo en armas contra la soledad".

(Javier Egea)

miércoles, 14 de octubre de 2015

La piel rota

Tengo la piel 
en el lado opuesto de tu saliva,
el sexo en un suelo mojado
donde no hay salida,
donde no estás.

Mi memoria tiende a caerse,
como hojas que no pesan
que se secan en un otoño cualquiera,
como este.

El viento no sopla a favor
pero tampoco lo hace en contra,
ha dejado de soplar sin mas,
escondiendo su silbido melódico
en un lugar que no reconozco
que intuyo lejos de éste,
el mismo que  ya no siento mío,
(creo que ya no es de nadie).

Mis alas sangran
como animales salvajes
que pelean en la noche
y amanecen en un lugar extraño
heridos y muertos de frío.

Mis alas, maltratadas
me preguntan:

Dónde iremos a parar
ahora que nadie nos espera.

Quién será capaz 
de levantarnos del fondo,
de devolvernos las balas, 
el vértigo y las ganas de echar a volar.

Quién vendrá esta vez
con la valía de convencernos
de que podemos hacerlo
una y otra vez 
quizá mas...

Quién nos dirá que si,
abriendo los brazos como un niño
que vuelve a casa después del colegio,
hambriento de besos y de libertad.

Quién va a salvarnos ahora,
que sentimos que lo que hacemos
no nos basta.

Y yo, cansada del tedio
de la incertidumbre y de la tristeza
me pregunto:

Dónde están mis alas,
ahora que mis propios pasos
me han quebrado los pies
y me han cerrado la boca.








jueves, 1 de octubre de 2015

Raros

Amo a aquellos
a los que casi todos
llaman raros,

porque me permiten respirar
en este mundo de normales.

Tengo nostalgia
de valientes,
de insensatos,

de gente corriente
sin miedo a los abrazos,

de labios imborrables
que de vez en cuando
digan la verdad.

jueves, 6 de agosto de 2015

La vida por delante



Las cosas siguen
sin ser lo que parecen
y créeme:
yo solo quiero verte cantar.

Cada salto que dimos
lo dimos de verdad
y con eso me basta.

Puede que alguna chica
alguna vez,
en algún lugar
te recuerde a mí,

quizá te mire con mis ojos
justo después de besarte,
o te pida que le acaricies el pelo
algún día de lluvia, vencida.

Y en ese instante
espero que sonrías,
y recuerdes
que cada salto que dimos
lo dimos de verdad,
y con eso te baste.

No será como  tú quieras;
pero espero que puedas cantar,
incluso cuando tengas
ganas de llorar.

No será como yo quiera
pero vivo despierta,
alerta,
porque lo único importante
es la vida,
Supongo que a estas alturas
ya te habrás dado cuenta.

Por eso canta,
no dejes de cantar
que yo sigo en la azotea
escuchándote
y a veces aunque no lo sepas
canto contigo,
y estoy en paz.

Y lo único que importa entonces,
es la vida.




martes, 13 de enero de 2015

Camino de vuelta

         "Volver a uno mismo es el único camino de vuelta"
(Isa Vic)


(…)    Como la palabra "siempre" que solo existe en la mente de quien piensa que el deseo puede cambiar la manera en que gira el mundo, nada es más efímero que la piel, que los ojos que se encuentran con su propio espejo, que las manos que buscan en la espalda de quienes aman, un bálsamo de plomo con terciopelo arraigado, perfecto para ser acariciado.

No saldrás vivo de allí, morirás de tanta luz y después, solo serás capaz de ver en la oscuridad; como quien sale a la calle tras una batalla recién ganada donde todos los demás han muerto, y la paz es un dulce recuerdo de las noches de verano en tu barrio, cuando eras niño; un recuerdo que viene a verte a esa hora canalla en que la almohada juega contigo al porvenir y te hace creer que ahora solo queda por delante una carretera infinita de la que no logras ver el final, repleta de cadáveres. Cadáveres entre los que sueles ver tu cuerpo, más joven, mas terso… pero muerto, donde el niño que fuiste viene a por ti con su grito atormentado de quien se siente abandonado; donde el joven que fuiste, (aquel que abrió tanto los ojos que se quedó ciego), sigue ahí intentando volver atrás, sabiendo que el pasado solo es un río que no vuelve, un río en el que no te vas a volver a bañar jamás porque el agua ya ha cambiado, y el futuro es apenas un flash en la retina, un abismo que cruje los huesos de quienes piensan demasiado en él, o quizás sea el único lugar donde puedas encontrar a ese tipo, al tipo que siempre quisiste ser.


Todo es posible.

Depende de los ojos con que decidas mirar.

(Gracias por las alas)