"... Porque a pesar de todo nos hicimos amigos
y me mantengo firme gracias a ti, poesía,
pequeño pueblo en armas contra la soledad".

(Javier Egea)

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Delirios..

 Me divierto y pienso que puedo volar
cuando resbalan los charcos de las nubes por tu cara,
dejo la cama sin hacer y prefiero teclear
palabras sin dueño, libertades a medias...

Me rindo ante la clara conciencia del vencido
y soy ave sin pasado, borrón en tu folio en blanco.
No es que no quiera recordar, es que no me acuerdo
de la piel que me dejaste de cristal, de los labios ardiendo...

Hay maneras mejores de no mirar atrás,
no puedo reconocerlas entre la muchedumbre,
de manos atadas, de labios impares,
de cuentas saldadas, aquel final sin finales...

Prendo mi habitación en llamas,
guardo tu dibujo en mi cajón maldito
y la pluma que trajiste de Granada.
Disparo desde el ascensor a tu recuerdo verdoso...

Tiemblan las aceras y gritan a lo lejos…
A lo lejos cantan melodías insurrectas,
me tapo los ojos, me ato las manos,
me vuelvo escaparate en tu circo de sirenas...

Me envuelvo en significados que no tienen sentido
para eso llegué hasta aquí, para defenderme del metal
frío como tu coche en las mañanas de invierno
triste como las farolas que vigilan mi barrio...

Me vuelvo terca,
como una verdad inmutable
a sabiendas que es imposible, que no existe
a sabiendas que voy a equivocarme...

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Granada

Hoy la belleza tiene nombre de ciudad
crece sobre el asfalto, se esparce por las paredes,
me agarra por la cintura, me invita a bailar,
este sitio parece mi casa, el corazón me arde...

El bullicio de madrugada me pinta bien la cara
soy mucho más guapa mirándome en tu espejo
hay colores por todas partes, la gente que me mira
me sonríe como si  me hubieran visto antes...

Suenan tus acordes, una vez más, tus acordes...,
maestros de mis noches, monótonos en mis días,
tus cuerdas vocales vibran, ascienden y descienden
tiemblan en mi estómago y en las paredes de La Tertulia...

Tu mestizaje me hace grande, quiero quedarme,
no pretendo más que seguir en este viaje...
de olor a Nagchampa y té por las tardes
de guitarras gritando a los pies de la Alhambra,

De cervezas nocturnas y rock en el pecho
de pantalones gastados y arrastrados por el suelo,
de canciones sin nombre y mensajes en las paredes,
con la poesía urgente que habita las estaciones...

De mujeres que siembran flores en las aceras
Y hombres capaces de embellecer el desierto...,
peinábamos aves rapaces entre las casas,
entre los cables que unen los tejados de tu barrio...,

La magia de esta ciudad la aleja de este mundo
observé el rio tranquilo y dócil y quise quedarme,
nada más me hacía falta…, entendí aquel lenguaje
natural y primitivo, como el barquero de Siddhartha,

Todo estaba allí y yo lo vi…


San Nicolás
Paseo de los Tristes