"... Porque a pesar de todo nos hicimos amigos
y me mantengo firme gracias a ti, poesía,
pequeño pueblo en armas contra la soledad".

(Javier Egea)

miércoles, 22 de agosto de 2012

Hay alguien en el espejo


           ¿Qué puedo hacer cuando me enfado conmigo misma por imbécil y por insensata? ¿Qué puedo hacer cuando me dan ganas de romper con todo y salir corriendo? Lejos, muy lejos, donde nadie pueda alcanzarme, donde lunas nuevas me esperen para dormir conmigo. Lejos, muy lejos, donde nadie pueda echarme en cara lo que no le di, lo que no supe darle o lo que simplemente, no quise. Para que nadie me ponga metas donde no voy a llegar jamás, ni me juzguen a cada paso, por mis logros,  por mis fracasos... No; no me definen mis fracasos, tampoco dicen mucho de mí mis logros, soy lo que hago pero sobre todo, soy lo que quiero ser, aunque nunca haya llegado a serlo, pero lo he tocado con la punta de los dedos, y solo es un espejismo, como mis ojos cuando me miran fijos en el espejo... Hace tiempo que no los reconozco, la presión diaria ha ido pisando los resquicios de claridad que había en ellos, ¿Quién es esa que me mira en el espejo?, ¿de quién es esa mirada cansada que me mira sin miedo? No, no tiene miedo… ya no. Me mira sin miedo, pero aburrida, vacía de miedo, vacía de esperanza, vacía... No, no soy yo, esa no soy yo, yo siempre quise ser actriz secundaria, nunca soporté el protagonismo efímero,  nunca me interesaron las voces que están encima, las tantas veces visibles y a la vez tan mediocres, las que gritan porque no saben hablar, y no dejan que se escuchen las que tienen algo que decir, las que de verdad importan, las que tanto incomodan a algunos, las que no les conviene a otros... No, yo no soy protagonista, desengáñate, no quiero serlo, ese no es mi papel, me falta el aire entre esta espesa arboleda, que atrapa el oxigeno y no me cede el paso, yo nunca quise estar aquí, pero cedí mi tiempo y ahora, este papel impuesto ha acabado por perderme. Si, resulta raro, me perdí a mi misma, no reconozco ni mi sombra en esos ojos que me desafían en el espejo.  No, esa no soy yo,  yo ya no estoy aquí, me fui hace tiempo.

No, esa no soy yo.

Ni siquiera se parece a mí.