"Y ahora cambiemos el mundo amigo, que tu ya has cambiado el mío"
-Ismael Serrano-
Este
poema llega antes de tiempo,
-¿Por
qué? - preguntarás - si todavía estoy contigo…-
Porque
quería que naciera después de tu partida
pero es
más rebelde que yo y se me adelantó al tiempo…
Si
sonara por aquí tu guitarra más a menudo,
el
mundo me dolería menos, esta ciudad rendiría cuentas
a los
poetas que habitan en todas las ciudades,
y las
calles me besarían la cara y el aire sería más amable…
Si tus
poemas llegaran a toda esa gente
que se
pierde la belleza de tus manos,
Crecerían
las flores en las aceras
y las
canciones vivirían en las palabras.
Tu,
pequeño poeta, hecho de canciones y versos,
de
rimas asonantes y de risas infantiles.
Tu, que
me reconcilias con el mundo y con sus habitantes,
que
traes cristales de bohemia1 y rosas en las cicatrices.
Tu, que
pintas de azul el cielo cuando está lloviendo a mares,
que te
vistes con sombrero y acústica en tus viajes.
Tu, que
traes la primavera a esta ciudad en pleno invierno,
Y en
verano traes la playa y la arena, la luna y el salitre.
Tu, que
te sorprendes todavía como un niño pequeño,
que
planeas huidas de vez en cuando, que avivas la llama
De la
alegría, de la bondad, de la inteligencia y de la esperanza.
Tu, que
eres tan pequeño como un acorde menor en mis manos,
que
eres tan grande “como el abrazo del mundo
y su paz”2
que
escribes poemas a desconocidas antes de estudiar,
que
escuchas a Luis Ramiro, que quieres
conocer a Marwan.
Tu, que
reivindicas la memoria como Ismael,
que tiendes
la mano y tienes voluntad,
que
lees mis libros y crees en las palabras,
que
hiciste que Buenos Aires y Madrid al
final se encontraran3
Tu, que
tienes pájaros en la cabeza y un par de alas,
Que
casi nunca tienes miedo, que rezas por no llorar.
Tu, “que le quitaste al verbo reñir la letra del
medio”4
Que
eres otro niño grande, que sueñas con la libertad.
Tu, que
no dejas de crecer, que no te dejas contaminar.
que
eres tan rebelde como una plaza enorme llena de gente,
que
eres el futuro, y lo sabes, y no te quedas callado,
que
alzas la voz, “y no te quedas inmóvil al
borde del camino”5
Tu, que
te indignaste conmigo y me echaste de
menos
en las
manifestaciones nocturnas en la plaza de tu barrio
que dormiste en la calle con la
esperanza entre las manos,
Mientras
me escribías poemas y elegías seguir vivo.
Tu, que
sabes cuánto odio el silencio y me llenas de ruido,
que me
mandas postales y escuchas “poemas en el
tejado”6,
que
construyes castillos de arena en mitad del asfalto,
que
sueñas con conciertos nocturnos y guitarras eléctricas.
Tu, que
aunque quieran apagar la luz tienes soles
en los dedos7
Que te
veo detrás del escenario en cada concierto…
Tú… acuérdate de vivir, de encender la luz,
Y de
encontrar siempre el camino de regreso.
730 días y contando..
1. Joaquín Sabina.
2. Fragilidad. Ismael Serrano.
3. Relocos y recuerdos. Luis Ramiro.
4. Otro niño grande. Marwan.
5. Mario Benedetti.
6. Luis Ramiro.
7. Aquí hay una canción. Fran Fernández.
Precioso ver intercalándose las canciones con el poema. Han creado una banda sonora perfecta :-)
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