“Se habla mucho del derecho a la vida
pero no se habla del deber de vivirla:
Tenemos el deber de vivir la vida”
(Jose Luís Sampedro).
“La vida en sí misma es un milagro:
Un milagro en equilibrio”.
(Lucía Etxebarría).
Esta navidad voy a
emborracharme, pienso emborracharme como no he
sabido hacerlo hasta ahora, pienso emborracharme con las palabra alegría y la palabra esperanza bailándome en los ojos: Nunca se da tanto como cuando se da
esperanza. Esta navidad lo voy a celebrar. Voy
a celebrarlo todo. Voy a celebrar la
generosidad inmensa e incalculable de algunas personas, tan inmensa que aún lo
pienso y se me eriza la piel y el alma; dicen que el ser humano es capaz de lo
mejor y de lo peor, y yo creo que es cierto. Esta navidad voy a celebrar que
ella va a curarse, que alguien desde el otro lado del mundo donó “su alma” para
que ella la llevase, y ha llenado de aire la de todos nosotros, la de sus padres.
Ay sus padres…
Esta navidad voy a
celebrar que he despertado. Que he comprendido que crecer es aprender a despedirse,
desaprender lo aprendido, mirar con ojos
de presente, dejar de juzgar para empezar a mirar la verdad de la gente. Después de todo lo (dolido) vivido este sitio
que ahora habito se parece más a la vida, porque soy más consciente, más
valiente, más inteligente, mas capaz, mas yo… Sí: ha merecido la pena y voy a
celebrarlo, voy a decirle a la vida que quiero más (ese es el mensaje): mas “síes”,
mas puertas abiertas, mas verdades encima de la mesa, más gente de agua, más sorpresas amarillas (de luz), mas noches como
esta, mas abrazos de romperse, mas besos de diciembre, mas caricias en la
espalda, mas canciones en la cama, mas ternura en los ojos, mas verdad entre
nosotros, más reírnos a carcajadas… Que lo único que importa es reírse y
abrazarse, reírse y abrazarse, reírse y abrazarse…
Esta navidad voy a
celebrarlo, voy a celebrar que me he superado (y superarse a una misma es la única
lucha que merece la pena ganar). Voy a darme la enhorabuena y voy a brindar con
la gente que me importa; yo, que lloro con ellos cuando lloran y comparto sus
alegrías y las mías, (porque la pena compartida es menos pena y la alegría que
compartes se multiplica) voy a celebrar que seguimos vivos, que esta España que
agoniza, aún está llena de gente que aunque está llorando a lágrima viva aún
sabe reírse de la vida y que de vez en cuando aún tienen fuerza para resurgir
de sus cenizas y mirar de frente, enseñándole los dientes a los de arriba. Esta
España que se queja herida de muerte repleta (aun) por suerte de gente que sueña
con un país distinto, con otro mundo posible, gente que aún sale a la calle
sabiendo que ningún político miserable va a escucharles jamás, y aún así salen
a decir NO, valientes, voy a brindar por
vosotros, voy a brindar por nosotros.
Mi mejor amiga me dijo una
vez: "la vida pasa y pesa". Y con la
vida a cuestas voy a brindar por ella, aunque me duela la espalda, aunque a
veces no la entienda, aunque a veces nos maltrate y no tenga conciencia, aunque
no sepa qué va a pasar mañana, aunque me
duela (nunca ha dejado de dolerme), voy a brindar por ella, porque la vida en sí misma es un milagro, y
nosotros tenemos el deber de celebrarlo: de celebrar el milagro de estar vivos.
Y a mí, que la
navidad nunca me ha gustado, este año le voy a decir que sí, que quiero brindar
con vosotros, que vamos a celebrarlo.
Me uno al brindis. Chin,chín y salud.
ResponderEliminarQue jodan un rato a la tristeza.
"Brindemos que hoy es siempre todavía
Eliminarque nunca me gustaron las despedidas". :)
Espero que tras los brindis y las navidades, todo siga con las mismas ganas de "síes" antes que de "nos" , de ganas de celebración, de ganas de más y mejor
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